Cómo dejar de compararte con los demás

De seguro este es un tema que resonará mucho con muchos lectores, y es que nadie nunca se ha salvado de compararse con alguien más y sufrir un poco de envidia, aunque sea de la buena.

De hecho, es un sentimiento más que humano el ver en otros las cosas que queremos y que no hemos logrado y sentir un poco de frustración, o al menos hacernos la típica pregunta de “¿por qué a mi no?”.

Aunque es inevitable, e incluso normal, que esto nos suceda, lo importante es aprender a reconocer y manejar esta situación de forma que no nos afecte negativamente y que no nos traiga problemas para relacionarnos con los demás.

Si caemos en compararnos con los demás constantemente, dejamos de sentirnos bien con nosotros mismos, nos sentimos con menos fuerzas pues estamos poniendo nuestras energías en la actividad equivocada, y nos restamos a nosotros mismos como persona. Y es que cuando te comparas con otros lo que haces es perder de vista lo bueno que tu tienes para ofrecerle al mundo y más bien comienzas a pensar que no estás a la altura de la cosas.

Para que esto no te pase, hemos consultado con una experta en psicología, la Dra. Marisa Hernández Torrijo y nos ha compartido información muy útil para no dejarte caer en las garras de la envidia.

Consejos para dejar de compararte con los demás

  1. Reconoce que te comparas con los demás cuando lo haces

Lo más importante para poder enfrentar un problema,  es reconocer que lo tienes. No obstante, no es tan sencillo como suena.

Si se trata de un hábito en el que sueles recaer con frecuencia, se vuelve algo natural para ti y casi involuntario, que no te das ni cuenta de que lo estás haciendo. No obstante, cuando tomas consciencia, es cuando puedes comenzar a tomar acción para luchar contra el problema, intentando dejar de alimentar ese tipo de pensamientos dañinos y más bien comenzarte a enfocar en cosas positivas a tu alrededor.

  1. Focalízate en lo que eres y en lo que tienes y no en lo que piensas que te falta

Cuando nos comparamos con otras personas solemos fijarnos en eso que nos falta, en vez de ver las cosas buenas que tenemos y la forma en la que podemos utilizarlas para contribuir a mejorar nuestras vidas y las de aquellos que están a nuestro alrededor.

Si es verdad que tenemos defectos y limitaciones, es parte de ser humano, pero machacándonos por ello no nos hará mejorar en esos aspectos. Lo mejor que podemos hacer para convertirnos en nuestra mejor versión es apreciar nuestras virtudes, explotarlas al máximo, por ejemplo, haciendo cosas positivas que te hagan sentir bien contigo mismo, y verás que, sin darte cuenta, fortalecerás muchos aspectos de tu vida.

  1. Sé más auto-consciente del daño que te ocasionas

Es importante que te des cuenta que al compararte con otros te haces mucho daño a ti mismo. Mientras la otra persona está viviendo a plenitud y a su manera sin estar enterado del efecto que causa en ti, tu estás hiriéndote a cada rato con tus comparaciones y pensamientos dañinos.

  1. Enfócate en aprender y no en competir

En estos casos se recomienda utilizar la comparación para inspirarte y motivarte a mejorarte, no a través de una competencia insana que no te llevará a ninguna parte, sino a través de una actitud de aprendizaje sobre ti mismo, las cosas que crees que debes mejorar y como convertirte en tu mejor versión.

  1. Limita tu tiempo en las redes sociales

Uno de los detonadores de estas conductas competitivas y de comparación constante son las redes sociales. Hoy en día, si no sabemos utilizarlas de la manera correcta pueden hacernos mucho daño a nivel emocional y de autoestima.

Al final, lo que hacemos es ver a personas que están todo el tiempo felices, con vidas perfectas, parejas perfectas y cuerpos perfectos, y perdemos de vista que esto en verdad no es así y que son seres humanos como nosotros, con problemas y dolencias e inseguridades. Esto nos lleva a pensar que no somos tan buenos que no estamos a la altura, y a perder energía en pensamientos nocivos y autohirientes.

Si esto te pasa a menudo, lo mejor es que limites el tiempo que pasas en las redes sociales como un mecanismo de defensa para protegerte de dejarte llevar por esas situaciones que al final no son reales.

6. No idolatres a los demás

Muy ligado al punto anterior, comienzas a vivir de la idolatría hacia los demás Una cosa es admirar a otra persona, y otra muy diferente es idolatrarlo, glorificarlo en absolutamente todo.

Tienes que poner a las personas en perspectiva y definir que admiras de ellas, sin olvidar que al final eso que ves es solo la parte  deseable de la persona, y que eso no lo es todo. Esa persona, al igual que tu, también tiene defectos, fracasos, y malos momentos.

  1. No estés en conflicto con la imperfección

Muchas veces sucede que estas comparaciones las hacemos en base a que queremos ser perfectos y a que nos sentimos mal cuando los resultados no se dan de esa manera. No obstante, en vez de machacarnos que no somos de esta manera, debemos aceptar que el ser humano nunca lo es, que esas otras personas con las que nos comparamos no lo son, y que la vida más bien se trata de tener una buena actitud frente a las derrotas y a las equivocaciones, buscando aprender de ellas.

8. Busca ayuda profesional

Muchas veces ese habito de compararnos con otros viene de heridas de la niñez, problemas de autoestima o de seguridad personal que quizá es bueno comentar con un especialista en materia para recibir consejo profesional y algunas herramientas para aprendernos a querer un poco más a nosotros mismos y aceptarnos tal cual somos.

10 razones para no compararte

A continuación, la psicóloga Marisa Hernández Torrijo nos comparte algunas razones para no estar comparándonos con los demás todo el tiempo:

  1. Las comparaciones son siempre injustas. Usualmente comparamos lo peor de nosotros mismos con lo mejor que presumimos de los otros.
  2. Las comparaciones requieren una métrica. Por un lado no hay forma de medir los aspectos internos de la persona para establecer comparaciones justas, mientras que si nos comparamos con lo externo, podríamos estarnos sintiendo a la sombra de algo fingido.
  3. Eres único y singular como para poder comparte. Todas las personas somos únicas y especiales a nuestra manera, tenemos una personalidad y unos valores que nadie más tiene y que por lo tanto, no hay forma justa de hacer una comparación.
  4. Terminas perdiendo más de lo que ganas. Al compararte descuidas tus propias capacidades y a la larga terminas perdiendo tu seguridad, tu dignidad y tu pasión.
  5. Las comparaciones te roban tu tiempo. En vez de estar destinado tu tiempo y energías a disfrutar de tus cualidades y virtudes y de construir la vida que quieres usando lo que tienes a la mano, pasas el tiempo es juzgándote en función de algo que ves y que crees que de tenerlo estarías mejor.
  6. Las comparaciones no tienen fin. Si ya has tomado esto por hábito, aunque logres tener éxito una vez, volverás a encontrar otra persona con la que compárate.
  7. La comparación coloca el foco en la persona equivocada. En vez de enfocarte en la otra persona, debes enfocarte en ti, pues es tu vida la única que puedes cambiar.
  8. Las comparaciones pueden alejarte de amigos. Al compararte con amigos puedes comenzar a construir paredes entre los dos, a alejarte de ellos o a dañar el lazo que los une.
  9. Las comparaciones te quitan alegría. En vez de quererte como debes, pasarás el tiempo juzgándote y diciéndote cosas dañinas que atenten contra tu amor propio.
  10. De seguro que tienes muchas más cosas importantes y buenas que hacer con tu tiempo que perderlo comparándote con otra persona.

Consecuencias de compararte con los demás

Por otro lado el lado negativo de compararte con alguien más es :

  • Independientemente de con quién te compares, siempre te sentirás mal ya que siempre vas a ver las fortalezas de los demás y compararlas con tus debilidades.
  • Incluso cuando comparas tus fortalezas con la fortaleza de alguien más, la idea no es sentirte mejor por ser “superior” o “mejor” que otra persona. De hecho es un forma poco sana e injusta de darle valor a tus cualidades
  • De hecho, si haces esto comienzas a basar tu autoestima en sentirte mejor o superior que los demás, por lo que estás construyendo un autoconcepto errado y poco sano, ya que estarías necesitando opacar a otros para tu brillar.
  • No solo esto, sino que también creas una dependencia hacia el otro que te limita, pues todo tu desarrollo se basará solo en ganarle a esta persona, en vez de en alcanzar todo tu potencial de verdad.
  • Generas resentimiento hacia los logros de otras personas, lo que te quita la oportunidad de crear amistades de verdad.
  • Estas conductas pueden llevarte a caer en criticas mal intencionadas hacia los demás , a tratarlos de manera injusta y a vivir intentando derribarlos.
  • Puedes terminar hablando en exceso de tus logros, más de lo necesario, intentando opacar a los demás, pero lo que lo que lograrás con esto es que los demás lo noten y quedar mal.

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