Hoy en día se está buscando adoptar hábitos más amigables con el medio ambiente desde los productos que consumimos hasta nuestras actividades del día a día, por lo que las marcas del mercado están proponiendo cada vez más alternativas sustentables a todos sus productos y servicios. Por ejemplo, en este artículo, evaluaremos el caso de los cepillos de dientes de bambú, para averiguar si son realmente buenos.
La propuesta de los cepillos de dientes de bambú
Una de las medidas que están tomando todas las sociedades en pro de la conservación del medio ambiente es la reducción del plástico en la mayor medida posible. Por eso, se han inventado un cepillo de bambú, material mucho menos dañino para nuestro entorno. Esto porque se trata de una planta fuerte, duradera, completamente biológica y, por tanto, degradable.
Así, estos productos rápidamente se han convertido en tendencia, esto sin saber que, quizá no son tan ecológicos como pintan y asimismo, quizá no son los mejores manteniendo una salud bucal como se indica.
¿Qué son los cepillos de dientes de bambú biodegradables?
Antes de entrar en materia, primero hay que conocer a fondo las características del producto. Estos, a diferencia de los cepillos de plástico, no representan un peligro para el medio ambiente, como si lo so los miles de productos de plásticos que se encuentran en vertederos naturales, ensuciando y afectando el ecosistema de playas, lagos y ríos.
Los cepillos de dientes de bambú están hechos concretamente de carbón de bambú, que es un material biodegradable, es decir, es un material que se descompone con el paso progresivo del tiempo y que no contamina. Además, sus cerdas son suaves y de origen natural por lo que ofrecen un cepillado más sencillo que con los cepillos convencionales, gracias a, por ejemplo, características como un mango más largo que permite mejor maniobrabilidad.
¿Son una buena alternativa a los cepillos convencionales?
Entrando en materia, la duda que se quiere resolver es si estos cepillos realmente son tan buena alternativa como prometen.
En términos de higiene bucal, el equipo experto en materia de la clínica dental HQ Tenerife nos explican que estos cepillos funcionan igual que los de plástico.
No obstante, si hay que tomar en cuenta que la diferencia de las cerdas que se utilizan en unos cepillos y otros si que puede traer ciertos resultados diferentes en nuestro cepillado.
Por ejemplo, los cepillos elaborados con cerdas de filamentos de bambú suelen tener estructuras irregulares, ya que es un poco difícil estandarizar el grosor y dureza, y por otro lado, está comprobado que son un poco menos higiénicos que las cerdas de plástico.
Los expertos indican que, el bambú al ser completamente orgánico y un elemento natural es el albergue perfecto para las bacterias. De hecho, por esto, estos piden que en vez de cambiarse cada tres mes como hacemos con nuestros cepillos de toda la vida, se cambien cada dos semanas para evitar llevarnos a la boca un producto lleno de bacterias.
Incluso, hay dentistas que se han pronunciado en cuanto a esto y más bien recomiendan intentar que, aunque sea menos ecológico, las cerdas del cepillo sean de plástico para que pueda satisfacer mejor las necesidades bucodentales de las personas, pudiendo elegir entre cerdas de dureza media o blanda.
Además, otro problema que se ha encontrado es que el bambú, debido a sus propias características constitutivas, tienda a rallar las piezas dentales, resultando en un mayor desgate del esmalte y causando problemas de abrasión e irritación en las encías. Así, todo esto podría llevar a la persona a desarrollar problemas bucales como sensibilidad dental, sangrado o recesión de las encías, entre otros.
En fin, si es verdad que funciona para limpiar nuestros dientes como cualquiera de nuestros cepillos de plástico, muchos dentistas coinciden en que debemos cambiarlos con muchísima más frecuencia, y que a la larga aquellas cerdas de materiales naturales podrían traernos más problemas, que evitarlos.
Por otro lado, en términos de biodegradabilidad, la realidad es que no todos los cepillos de bambú en el mercado en verdad son 100% ecológicos, hay que saber buscar unas características bien exactas para que así lo sean, y es que no tendría sentido cambiarnos a esta alternativa si no.
Por ejemplo, lo primero es que sea un cepillo de bambú MOSO 100%, que es un tipo de bambú que no comen los osos panda y que viene de los bosques de Ningbo, en China. Estos son los que se descomponen con facilidad a medida que van pasando los días, exactamente unos 90 días y se convierten en abono natural.
Pero, además, también tenemos que hablar de los filamentos de las cerdas del cepillo. Y es que el mango de todas estas herramientas de higiene eco-friendly está fabricado con bambú. Sin embargo, también se debe prestar atención a la composición la parte más importante del cepillo: las cerdas.
Muchos cepillos de bambú viene con filamentos con Tynex bajo la descripción de ser “Nylon de alta calidad” y de “muy baja abrasividad”, las cuales según las marcas ofrecen una mejor higiene bucal, en comparación con las cerdas de poliéster, de cepillos corrientes.
El problema con ellas es que están hechas de plástico. Y es que este material, tal y como describe el diccionario es “poliamida sintética”, un tipo de plástico obtenido a partir de derivados de productos petrolíferos y aceites. Es decir, el problema medioambiental persiste. Estas cerdas no se degradarán por si sola así el resto del cepillo lo haga, y aunque busques separarlas del mango para su reciclaje, tiene una probabilidad muy alta de que igualmente acaben en el mar colaborando con el problema de contaminación contra el que justamente queremos luchar.
De hecho, el 79% de los residuos termina en vertederos y en el medio ambiente, de la basura que arroja España al día, el 76,1% de ella es plástica, y de estas, 126 toneladas llegan al mar cada día, o al menos esto hasta que se ponga en marcha el Proyecto de Ley de Residuos, previsto en 2023.
Lo que sucede es que muchas marcas omiten esta información para vender sus productos como 100% bio lo mismo que pasa con aquellas marcas que usan el Nylon 4 o 6 para las cerdas de sus cepillos de bambú, las cuales vuelven imposible desecharles en el contenedor orgánico, sea que estén compuestos o no por algún ingrediente vegetal como el carbón o el aceite de ricino.
Lo que si es una opción 100% natural son aquellas marcas que elaboran sus cepillos de bambú con cerdas de jabalí o caballo, lo cual si es una alternativa a los cepillos convencionales que se comporta más amablemente con el medio ambiente.
Por otro lado, también están los cepillos que usan fibras de bambú para elaborar las cerdas, lo que los convierte en producto, no solo completamente bio, sino también veganos, es decir que para su elaboración tampoco se afectó la vida o salud de ningún animal.
Eso sí, el bambú que se emplea debe ser de tipo Phyllostachys edulis. «Esta variedad, conocida comúnmente como bambú moso, crece en los bosques de Ningbo y no sirve como alimento de los osos panda debido a que sus hojas se encuentran demasiado altas para estos animales. De no ser así, la tala de estas plantas afectaría al ecosistema del oso panda», explican los expertos en materia, conformando lo que habíamos explicado sobre este material anteriormente.
En fin, que lo necesario para asegurar que estamos optando por un cepillo 100% ecológico es que nos informemos bien del material con el que están compuestos sus cerdas, más allá de solo prestarle atención al mango del producto.
¿Cómo debe de ser el mantenimiento de los cepillos de bambú?
Para que estos cepillos nos regalen lo mejor de si en nuestra rutina de higiene bucal diaria debemos darle el mantenimiento correcto. El equipo de HQ Tenerife nos recuerda que en los cepillos convencionales solemos buscar cambios en su superficie como por ejemplo alteraciones en su tonalidad inicial debido al contacto con el agua y que lo mismo aplicará en este caso. Así, debemos seguir las pautas a continuación:
- Los cepillos de bambú se pueden limpiar igual que un cepillo de plástico con agua pero deben secarse al aire y no dentro de un mueble, de forma que no afectemos la elasticidad de las cerdas.
- Deben cambiarse cada dos semanas para evitar la acumulación de bacterias
- A la hora de desechar el producto, el proceso es diferente dependiendo del tipo de cepillo de bambú que se tenga. Si tienes uno de estos cepillos que tienen cerdas de plástico, debes separar el mango (que irá al contendor de lo orgánico) y las cerdas (que irán al de reciclaje) . Por el contrario, si tienes un cepillo 100% biodegradable, solo basta con echarlo en el contenedor orgánico. Incluso, si quieres llevarlo un paso más allá, puedes retirar el mango y darle una segunda vida útil como por ejemplo como guía de plantas o cualquier uso creativo que se te pueda ocurrir.