Acudimos a un salón de belleza o nos sometemos a un tratamiento estético para estar más guapas. Pocas veces recapacitamos en que estos tratamientos son buenos para la salud. Especialmente para la piel. La estética es otra forma de cuidarnos.
Los cánones de belleza han ido cambiando a lo largo de la historia. Las modas van y vienen, y lo que parece atractivo una temporada deja de serlo en los años siguientes. A pesar de ello, hay un común denominador a lo largo de la historia. La belleza hasta cierto punto refleja salud. Una persona enferma suele presentar un rostro demacrado y algunas taras físicas que no nos resultan atractivas. No quiero ser cruel con este comentario. Tal vez esa persona nos seduzca por su intelecto o por su forma de ser, pero no tanto por su aspecto.
La belleza va unida a la sexualidad y a la procreación. Inconscientemente, tanto hombres como mujeres, nos sentimos atraídos por personas sanas. Personas que nos van a dar hijos sanos y fuertes. Es, en cierto modo, el instinto de supervivencia de la especie. Desde ahí podemos entender el atractivo que envuelve a las personas deportistas. Personas que se cuidan y que tienen una salud de hierro.
La cosmética coreana, K-Beauty, tan apreciada en la actualidad, no son más que protocolos ancestrales, realizados por las mujeres de Corea para conservar saludable la piel de su rostro. Aparte de la genética, que indudablemente influye, por estas mujeres parece que no pasaba el tiempo, porque cada día cuidaban la salud de su piel.
Dejando a un lado este marco sociológico con el que he querido comenzar el artículo, entremos en materia y veamos en concreto como algunos tratamientos de belleza son beneficiosos para nuestra salud.
Salud y belleza.
Salud y belleza es una asociación recurrente. A menudo se dice que van de la mano. No se trata de una afirmación gratuita, la web Tu Canal de Salud afirma que tratamientos como la limpieza facial o la exfoliación suave mejoran la salud de la piel, ya que la hidratan, la nutren y la limpian de suciedad que puede provocar infecciones cutáneas.
La piel es un órgano vivo, con un porcentaje de agua de entre un 70 y un 75%. La hidratación es fundamental para conservar las células de la dermis en buen estado y para mantener la flexibilidad y elasticidad de este tejido.
El agua en la piel no se reparte de manera uniforme. Las capas más externas contienen menos cantidad, mientras las internas concentran la mayoría del líquido vital. La piel es una de nuestras primeras barreras respecto al exterior. Forma parte, en cierto modo, de nuestro sistema inmunológico. Una piel deshidratada es más fina y deja más desprotegido el cuerpo respecto a los agentes externos.
La exfoliación es otra de las acciones que benefician la salud de la piel. Para protegerse, la piel genera películas de células muertas, las cuales evitan daños producidos por fricción. Sin embargo, estas células impiden que la piel se oxigene y que el agua pase a las capas internas, donde su presencia es más necesaria para regenerar las células.
Por su contacto con el exterior, los poros de la piel pueden verse obstruidos por partículas de suciedad. Los populares puntos negros. Estos puntos negros pueden evolucionar hacia granos de acné, infectando algunas células de la piel. Si un punto negro se infecta puede provocar una inflamación que puede ser dolorosa y difícil de tratar.
Como podemos comprobar, los tratamientos de belleza están directamente relacionados con la salud.
Tratamientos milenarios.
La revista Stilo cuenta como en la China imperial, las mujeres de la corte se evadían en un ritual de belleza, en el que se mimaban y cuidaban el detalle. Su objetivo era obtener una piel de porcelana que fuera apreciada por todos. Pero en los hechos, aquella rutina ineludible era su momento de privacidad.
Encerradas en su cuarto, frente a un tocador, las mujeres chinas se aplicaban sobre el rostro productos naturales como agua de flores, lágrimas de job, cera de abeja, maderas de sándalo y polvo de perlas, mientras pensaban en sus cosas. En como gestionarían su vida. Ninguna mujer podía ser molestada mientras estaba cuidando su piel.
En la China imperial, las mujeres se pintaban los labios de rojo, pero lo hacían con una mezcla de pigmentos vegetales, conocida como “Rouge” que nutría el exterior de la boca, evitando que se agrietara.
En la rutina coreana, otro tratamiento diario de belleza, sus orígenes se pierden en el tiempo. Con este ritual, las mujeres limpian, hidratan y nutren la piel del rostro en profundidad. En una concatenación de 10 pasos que se repiten día tras día: Limpieza de maquillaje con un producto oleaginoso, limpieza más profunda con agua, exfoliación facial, aplicación de un tónico, masaje con esencias, sérum facial, mascarilla, hidratación del contorno de los ojos, hidratación de toda la cara y protección solar.
En esta rutina cada paso prepara a la piel para el paso siguiente. Es importante realizar cada día todos los pasos y hacerlos en su orden. En definitiva lo que se está haciendo es un cuidado meticuloso de la piel, puesto que la belleza, desde este planteamiento, se basa en la salud.
Como sucede con la cosmética tradicional china, la clave de la belleza está en la constancia. La mujer está espléndida no porque se haya acicalado para la ocasión, sino porque cada día dedica un tiempo a cuidarse. Un tiempo para ella misma. Su tiempo.
Tratamientos para el cuerpo.
Hemos hablado en los dos apartados anteriores, principalmente de los tratamientos de belleza facial, pero como nos dicen una estaticen de Estética Versatil, un centro de estética que cuentan con un reconocido tratamiento para reducir grasa corporal en Logroño, abierto desde el 2010, que combinan los últimos adelantos tecnológicos en el sector con un trato personalizado y directo, el cuerpo también tiene sus tratamientos de belleza, que mejoran la salud de la piel. Estos son algunos ejemplos:
- Peeling corporal. Este tratamiento consiste en eliminar las capas de células muertas del cuerpo. De esta forma se consigue oxigenar la piel, haciendo que gane en luminosidad y frescura.
- Hidratación corporal. La hidratación es fundamental para toda nuestra piel. Es normal que pongamos más atención en las zonas que se encuentran más expuestas al sol y a la intemperie, como la cara y las manos, pero lo cierto es que hidratar la piel con cremas que contengan nutrientes, con una base acuosa, es beneficioso para todo el cuerpo.
- Tratamiento con vendas frías. Este es un tratamiento que mejora la circulación de la sangre. Principalmente, la circulación periférica, la responsable de activar los vasos capilares que llegan hasta la piel. Con este tratamiento se potencia la tonificación muscular y se combate la celulitis.
- Chocolaterapia. La chocolaterapia es un tratamiento que se ha hecho popular por lo chocante que nos parece. Embadurnar la piel con una mascarilla caliente de chocolate nos llama la atención. Pero lo cierto es que es un tratamiento que nutre las células de la epidermis, las hidrata, tonifica y facilita la regeneración de la piel.
Si estos tratamientos los complementamos con un masaje relajante, no solo nuestra piel lo agradecerá, sino todo el cuerpo en su conjunto.
Beneficios para la salud.
Recapitulemos, pues. Estos son los beneficios para la salud de muchos de los tratamientos de belleza:
- Mejora de la circulación sanguínea.
Estos tratamientos favorecen la oxigenación de las células proporcionando un aspecto más saludable a la piel. - Eliminación las toxinas e impurezas
Las limpiezas profundas ayudan a desobstruir poros y prevenir infecciones cutáneas. La suciedad en la piel puede ser un foco de infección, generando acné, granos y erupciones que se pueden infectar. - Prevención del envejecimiento prematuro
Una buena parte de estos tratamientos estimulan la producción natural de colágeno y elastina, lo cual retrasa la aparición de arrugas y flacidez. - Reducción del estrés.
La sensación de relajación que se obtiene durante estos tratamientos alivia la tensión acumulada. Creando una sensación de bienestar que es beneficiosa para el cuerpo y la mente. - Mejora las afecciones cutáneas
Los tratamientos de belleza facial ayudan a controlar el acné, la rosácea y otras afecciones relacionadas con la piel sensible. - Activación del sistema linfático
Tratamientos como los masajes reductores o los drenajes linfáticos ayudan a eliminar líquidos y toxinas. Lo cual tiene un efecto sobre la salud general. - Mejora del tono muscular
Al estimular los tejidos, mejora la textura de la piel y la firmeza del cuerpo. - Alivio de dolores musculares y contracturas
Algunos tratamientos incluyen masajes o terapias térmicas que reducen molestias musculares y ayudan a eliminar contracturas en zonas del cuerpo como la espalda. - Mejora de la autoestima y bienestar emocional
Sentirse bien con la imagen de una misma impacta directamente en el estado de ánimo y sube la autoestima. - Favorece el descanso y el sueño reparador
La relajación profunda tras algunos tratamientos facilitan un mejor descanso nocturno.
Como hemos podido comprobar, salud y belleza, bien entendidos, son un binomio que camina de la mano.