Si Gutenberg levantara la cabeza, a buen seguro se sentiría orgulloso de que el fruto de su ingenio, la imprenta evolucionara de tal manera que ha sabido mantenerse en sus orígenes, al mismo tiempo que da paso a las nuevas tecnologías. Todavía quedan imprentas de planchas en las que hay que colocar las palabras, letra a letra. Si bien se trata de un instrumento arcaico con poca utilidad en la actualidad, encontrar algún texto impreso mediante una de esas imprentas, es todo un lujo que a más de uno o una, le gustaría disfrutar. Pero no estamos aquí para hablar de la imprenta y su origen, sino de su evolución tecnológica en la actualidad.
Empresas como Fabrica de Banderas profesionales del sector de la impresión de todo tipo de textiles, utilizan esta tecnología para hacer posible su trabajo, al tiempo que abaratan costes y reducen sus tiempos de entrega. La impresión digital ha hecho que el sector de la impresión y las artes gráficas tenga más posibilidades que nunca y sus procesos, se simplifiquen bastante.
En la actualidad, la evolución de la denominada fabricación aditiva sigue una tendencia a mejorar la capacidad del negocio, haciendo que las impresoras, evolucionen en el sentido de la mayor productividad posible. Es la aparición de las nuevas tecnologías en el campo de la impresión la que avanza imparable aumentando la disponibilidad de los materiales disponibles para hacer que las impresiones gocen cada vez de mayor calidad.
Concretamente los equipos de impresión para metal son los que una mayor evolución ha realizado. Estas máquinas capaces de imprimir sobre metal siguen una evolución cada vez más rápida en función del avance de las tecnologías más recientes. Desde la perspectiva del negocio, hay que tener en cuenta dos puntos muy importantes: el punto de vista de la productividad y el comercial. Aspectos de los que vamos a hablar con mayor detenimiento a continuación.
A mayor evolución mayor producción
Quizá no seamos muy conscientes de que los pasos evolutivos que da el ser humano, se en el sector que sea, tienen una finalidad: obtener más por menos. En el ámbito de la impresión, la mejor manera de lograr una mayor productividad es implementar las nuevas tecnologías en las impresoras, con la única finalidad de poder fabricar de manera más rápida y eficiente.
Con este objetivo en mente, se han desarrollado sistemas de impresión digital con más láseres, pasando de uno a dos o a cuatro láseres de operación simultánea. Se han implementado métodos DED como la pulverización en frío o sistemas alimentados por hilo que poseen una mayor tasa de deposición. Los sistemas están cada vez más integrados para que ser reduzcan los tiempos entre los diferentes ciclos de impresión.
Las impresoras cuentan con cámaras desmontables y reconfigurables que permiten hacer procesos de forma simultánea como preparación y extracción de trabajos. Mientras que los sistemas de detección de errores e inspección mejoran y reducen el porcentaje de rechazo en la fabricación identificando las causas o anomalías en el principio del proceso.
Si nos pasamos al punto de vista comercial, la tendencia se dirige hacia la integración que permite preparar los procesos para tener mayor competitividad. En este sesgo particular, comprobamos que se consolidan las marcas, se automatizan y reducen los tiempos de inactividad, mientras que los equipos integran entre sus funciones soluciones de automatización, sobre todo en las funciones de carga y descarga.
En lo que respecta a los materiales necesarios para lograr una excelente impresión, se han desarrollado de forma paralela a la evolución de las máquinas. El incremento y la mejora de dichos materiales para impresión mejoran cada vez más sus propiedades, ofreciendo unos acabados impresionantes.
Si volvemos al concepto de impresión digital, este avance tecnológico, consiste en la impresión directa desde un archivo informático a, prácticamente, cualquier tipo de material. Desde que en año mil novecientos noventa y tres se lanzara la primera impresora digital conocida como Indigo, la evolución y prestaciones que ofrece la impresión digital, han sido absolutamente brutales. La aportación principal de aquella primera máquina era hacia el público general que, por primera vez, podía conseguir impresiones de muy alta calidad en tiradas pequeñas y rápidas.
La digitalización llegaba igualmente a empresas y particulares. Gracias a la impresión digital, no era necesario recurrir a las fotocopiadoras y prácticamente cualquier persona, podía disponer de sus impresiones en el momento. Poco a poco, la impresión digital, fue ganando terreno a la impresión offset o las fotocopiadoras, a las impresoras de tinta y los costes elevados que conllevaba realizar ciertos trabajos.
Si este tipo de impresión se ha colado en nuestras vidas para quedarse, llegando a estar presente en muchos hogares, es debido a una serie de ventajas que ofrece. Por un lado, podemos hablar del ahorro económico que supone. A nivel empresarial, los costes de la puesta en marcha de una impresora digital son menores que los que conlleva una imprenta tradicional.
Permite realizar tiradas cortas, algo que incide directamente en el ahorro económico y de tiempo. Ofrece una gran flexibilidad y polivalencia debido a la variedad de aplicaciones y diversidad de materiales que se pueden imprimir. Gracias a esta tecnología, es posible una mayor personalización, pues hace posible su individualización. Por su puesto, la rapidez que brinda, al tratarse de una impresión directa desde el archivo al soporte, se reducen de forma notable los tiempos de trabajo.
Tipos de impresora y materiales
Dentro de la impresión digital, encontramos una clasificación simplificada de los tipos de impresora que se pueden utilizar para la impresión directa de los archivos digitales. Entre ellas, destacan la impresora Inkjet, Láser y de Tinta sólida. La primera, realiza una impresión por inyección de tinta y se utiliza cuando se copia una imagen procedente de un dispositivo digital que se reproduce en papel. Este tipo de impresora trabaja de una manera compleja que envía cientos de chorros de tinta sobre el papel para obtener la imagen.
En el caso de las impresoras láser, la impresión se plasma desde el archivo digital mediante un láser. Mientras se procesa la imagen, el láser se mueve de adelante hacia atrás, por una tabla en el interior de la impresora. Este movimiento genera electricidad estática y se libera la tinta en el soporte imprimiendo la imagen.
Las impresoras de tinta sólida tienen un mecanismo de impresión que es el que se utiliza mayormente en la mayoría de las impresoras informáticas y multifuncionales. La impresión se lleva a cabo a través de impresoras que utilizan cartuchos de tinta. Se trata de un sistema muy común en la mayoría de las impresoras domésticas, aunque también se utiliza en grandes producciones de publicidad. Por norma general, la impresión se produce mediante una resina polímero cerosa.
No obstante, existen otros tipos de máquinas destinadas a la impresión digital como pueden ser la prensa digital, para realizar pedidos de gran volumen de manera inmediata y alta calidad, la sublimación de tinta que transfiere calor para aplica una imagen sobre el sustrato de elección y la impresión digital UV que consiste en utilizar tinta sobre los materiales con secado casi inmediato, debido al uso de una ráfaga de luz.
Si algo hace que la impresión digital haya ganado tanto terreno frente a la convencional o analógica, es su gran versatilidad. Teniendo en cuenta que, una de sus principales características es que no necesita planchas de impresión puesto que conforman la imagen impresa directamente sobre el soporte, no es de extrañar.
Gracias a este factor tan importante y los sucesivos avances tecnológicos del sector, las posibilidades de impresión son prácticamente infinitas. Desde hace unos años es posible imprimir material gráfico de pequeño formato y, al mismo tiempo, de gran formato. Todo ello con una calidad excepcional. Basta con observar esas grandes lonas publicitarias que envuelven los grandes edificios de las ciudades, para comprobar la calidad que ofrece la impresión digital.
Añadido al hecho de que puede imprimirse sobre cualquiera de los soportes que vamos a citar a continuación, se convierte, como es lógico, en el sistema de impresión de referencia. Papel, como soporte habitual; cartón grueso para producir tarjetas de felicitación o postales, cartón plegable, ideal para el packaging; lona en todas sus versiones y tamaños; textil, con todo lo que abarca, soportes metálicos con resultados espectaculares; e incluso madera.
Indiscutiblemente, el sector de la impresión y las artes gráficas se ha visto muy favorecido por la tecnología, al igual que sucede en otros muchos sectores. El hecho de que digitalización e impresión estén íntimamente ligadas supone un plus de evolución puesto que lo que más evoluciona sin lugar a dudas, es todo lo relacionado con la informática. Si los ordenadores evolucionan, los sistemas de impresión lo hacen al mismo nivel, pues se sirven mutuamente. Aunque también es algo inevitable que el uso de la impresión, está quedando más bien relegado a ciertos ámbitos como la publicidad o el mundo editorial, ya que prácticamente todo esta digitalizado. Desde las revistas hasta los trabajos académicos, están siendo sustituidos por sus versiones digitales. Ya no es necesario imprimir la tesis, basta con entregar un archivo en PDF. Aunque este hecho favorece al planeta y no hace ningún mal al sector de la impresión.