Periodoncia: ¿Qué importancia tiene el periodonto para la salud?

La periodoncia es la rama de la odontología que trata la salud del periodonto. Esto incluye todos los tejidos y estructuras que anclan firmemente los dientes en la mandíbula superior e inferior: encías, fibras de colágeno, membrana periodontal, cemento radicular y la cavidad ósea de la mandíbula. El periodonto también se conoce como lecho periodontal, en el que el diente está firmemente incrustado. Si el periodonto está gravemente enfermo, existe riesgo de pérdida de dientes.

Los especialistas en periodonto son dentistas en la consulta de periodoncia que se ocupan de la prevención y el tratamiento de enfermedades del periodonto, especialmente la periodontitis generalizada o periodontosis.

Los periodoncistas desempeñan un papel clave en esto, así nos lo han afirmado los profesionales de Aqua Dental, porque la periodoncia no se trata solo de la inflamación local de las encías (gingivitis) y del periodonto, sino a menudo de la identificación de enfermedades generales graves que pueden estar relacionadas con la periodontitis.

La preservación de los dientes mediante medidas profilácticas y terapéuticas específicas, así como un enfoque holístico e interdisciplinario, son el objetivo de un tratamiento periodontal exitoso.

Gingivitis: la inflamación de las encías

En odontología, la gingivitis es una inflamación de las encías. Se distingue entre gingivitis no relacionada con placa y gingivitis relacionada con placa, aunque la primera ocurre con mucha menos frecuencia. Principalmente depósitos bacterianos, los llamados. La placa es el desencadenante de la inflamación de las encías. En condiciones ideales, los patógenos se multiplican en la cavidad bucal y atacan las encías. La gingivitis no tratada puede provocar periodontitis, una inflamación grave del periodonto. El curso de la enfermedad puede ser muy rápido o durar años.

1. ¿Cuáles son los signos de la gingivitis?

Las encías sanas son de un tono rosa claro y encierran los dientes de forma firme y dinámica con un perfil ondulado armonioso y se asienta estrechamente sobre el diente, sin que se formen espacios ni bolsas profundas en las encías. Los depósitos se pueden eliminar fácilmente.

Los signos alarmantes de inflamación de las encías son la decoloración de color oscuro a rojo azulado y la hinchazón de las encías. El sangrado se produce rápidamente al cepillarse los dientes o al comer. Puede aparecer sensibilidad a la presión, a veces hay un olor desagradable o mal aliento fuerte (halitosis). El borde de la encía ligeramente inflamado se separa del diente y se forman bolsas de encía. Hay tres etapas de la gingivitis relacionada con la placa: la lesión inicial, la establecida y la avanzada.

2. ¿Cuándo debes acudir al dentista?

Dado que la gingivitis suele ser indolora o casi indolora, los cambios inicialmente no se notan o se consideran inofensivos. Sin embargo, cuanto antes se reconozca y trate la inflamación, mejores serán las perspectivas de curación completa. Una higiene bucal y de la lengua muy exhaustiva desempeña un papel crucial a la hora de prevenir o mejorar la inflamación de las encías. Si los síntomas no desaparecen por completo en una semana, es muy recomendable una visita al dentista.

Halitosis: mal aliento debido a la enfermedad periodontal

El término halitosis proviene del vocablo latino halitus, que significa aliento o mal aliento. Casi una cuarta parte de las personas se ven afectadas, y más a menudo las personas mayores. Aproximadamente el 6 por ciento sufre de mal aliento crónico. Dado que muchos pacientes padecen una halitosis socialmente inaceptable, esto repercute en todos los ámbitos de la vida y, sin embargo, lamentablemente sigue siendo un tema tabú. En aproximadamente el 90 por ciento de los casos, el mal aliento en la cavidad bucal es causado por la placa bacteriana en los dientes y la lengua . Sin embargo, es aconsejable aclarar con precisión la causa y analizar y diagnosticar el aire exhalado por la nariz y la boca por separado.

1. ¿Dónde y cómo se produce la halitosis?

Alrededor del 90 por ciento del mal aliento se produce exactamente donde su nombre indica: en la cavidad bucal. El 10 por ciento restante aproximadamente se debe a enfermedades en la zona del oído, la nariz y la garganta y en el tracto gastrointestinal.

La descomposición bacteriana de material orgánico en la cavidad bucal suele ser la causa de la halitosis. Según un estudio global, los hábitos alimentarios juegan poco papel porque la frecuencia es la misma en casi todos los países del mundo.

La mayoría de las bacterias orales se encuentran en la lengua. Además, los anaerobios, que son las bacterias que no necesitan oxígeno para vivir, encuentran las condiciones ideales de vida en los nichos de la boca y en las bolsas de las encías. Descomponen las proteínas de los restos de comida u otro material orgánico. Esto crea compuestos de azufre volátiles que huelen desagradablemente. Tu nariz se acostumbra muy rápidamente a tus propios olores. Por eso a veces ni siquiera te das cuenta cuando sufres de mal aliento. Para estar seguro, confía en un periodoncista que, como persona de contacto con experiencia, te dará una información clara.

La principal causa del mal aliento es la mala higiene bucal y de la lengua. Además, el mal estado dental como caries avanzadas, empastes inadecuados, dentaduras postizas descuidadas y residuos de raíces favorecen el desarrollo del mal aliento, así como el consumo de alcohol y el tabaquismo.

La saliva también juega un papel importante en la salud de la cavidad bucal. Todos los factores que provocan sequedad de boca aumentan el riesgo, porque es menos probable que se forme halitosis con la boca húmeda. La saliva tiene una función de enjuague natural y elimina así restos de comida, bacterias y sustancias que causan olores.

1. ¿Cuál es la conexión entre periodontitis y halitosis?

La periodontitis siempre es causada por la placa bacteriana, también conocida como biopelícula o placa. La placa causa inflamación de las encías (gingivitis) o inflamación de todo el periodonto (periodontitis). Si la inflamación no se trata, se forman bolsas profundas entre las encías y los dientes en las que las bacterias que causan el mal olor pueden multiplicarse y excretar productos metabólicos. Estudios científicos han demostrado una relación directa entre la gravedad del mal aliento y las enfermedades de las encías o la enfermedad periodontal.

2. ¿Cómo prevenir la halitosis?

La mejor prevención es una higiene diaria de boca y lengua muy exhaustiva para poder combatir eficazmente la causa del mal aliento. Con la técnica de cepillado adecuada y utilizando utensilios de limpieza especiales recomendados por el dentista e higienista dental se puede eliminar la mayoría de las bacterias presentes. La higiene diaria del hogar incluye pasta de dientes, cepillo de dientes, hilo dental y pequeños cepillos interdentales. Un limpiador de lengua también es muy importante.

También debes programar citas preventivas periódicas en el consultorio del dentista para que te realicen una limpieza dental profesional. Normalmente se supone que esto ocurrirá dos veces al año, pero en casos excepcionales y para pacientes de alto riesgo, con mayor frecuencia.

Periodontitis: Inflamación severa del periodonto

La periodontitis, también conocida popularmente como enfermedad periodontal, es una enfermedad muy común en la cavidad bucal. Las bacterias dañinas de la placa dental provocan inflamación del periodonto. El llamado “lecho dental” está formado por la encía, el cemento radicular, la membrana periodontal, las fibras de colágeno y la cavidad ósea del diente. El periodonto sano, también conocido como periodonto, fija los dientes en la mandíbula y garantiza que los dientes se asienten de forma segura y firme y no se caigan.

Junto con la caries, la periodontitis es la enfermedad dental y bucal más común, por lo que también se la considera una enfermedad muy extendida. El riesgo de padecer la enfermedad aumenta con la edad; después de los 35 años, se pierden más dientes debido a la periodontitis que a las caries, aunque puede comenzar a una edad temprana.

La periodontitis suele comenzar gradualmente con una inflamación de las encías (gingivitis). Dado que la inflamación no duele o apenas duele, a menudo se reconoce tarde o se subestima. A menudo se nota a través de encías inflamadas o sangrantes. Si la inflamación no se trata inmediatamente, puede progresar a diferentes velocidades y convertirse en una infección bacteriana crónica. A medida que avanza la enfermedad, la inflamación aumenta, las encías retroceden y el periodonto se desprende de las raíces de los dientes. Esto provoca que el diente se afloje y, en el peor de los casos, se pierda.

La periodontitis puede extenderse más allá de la cavidad bucal y desencadenar o promover una enfermedad grave. La infección bacteriana puede causar fiebre inexplicable, dificultad para tragar, bloqueo de la mandíbula o hinchazón en el área de la cara y el cuello. El riesgo de asma también aumenta.

Por lo tanto, si los síntomas no están claros, los especialistas deben trabajar juntos de forma interdisciplinaria e involucrar también al dentista tratante.

La periodontitis es una enfermedad muy compleja que también puede repercutir en el bienestar y la salud general. Por lo general, la enfermedad no es contagiosa. Sin embargo, al tratarse de una infección bacteriana, los gérmenes también pueden transmitirse en relaciones cercanas, como compartir cubiertos.

1. ¿Cómo se desarrolla la periodontitis?

La periodontitis siempre es causada por la placa dental y comienza con la gingivitis (inflamación de las encías). La causa principal es la mala higiene bucal. Si bien la gingivitis se puede curar con medidas rápidas, la periodontitis avanzada suele ser irreversible.

  • Formación de sarro: La cavidad bucal sana está poblada por cientos de especies de bacterias. Si la cantidad de bacterias aumenta drásticamente debido a una mala higiene bucal, inicialmente se forma una placa blanda, que se solidifica en sarro debido al almacenamiento de minerales en la saliva. Esto estimula el crecimiento de placa hacia la raíz del diente.
  • Formación de bolsas de encías: Entre la encía y la raíz del diente se forman bolsas gingivales que pueden llegar a ser muy profundas, en casos extremos hasta unos 10 milímetros. En este espacio las bacterias encuentran las condiciones ideales para vivir. Excretan productos metabólicos tóxicos que llegan a las encías. El cuerpo reacciona con inflamación. Lo que comienza como una gingivitis aparentemente inofensiva (inflamación de las encías) puede convertirse rápidamente en periodontitis crónica si no se trata a tiempo.

2. ¿Qué factores de riesgo existen para la periodontitis?

El mayor factor de riesgo es la mala higiene bucal y lingual. Además, los cambios hormonales (embarazo) y un estilo de vida poco saludable como el estrés y el tabaquismo aumentan el riesgo de desarrollar periodontitis. Cuando se fuma, la nicotina reduce el flujo sanguíneo a las encías. Como resultado, las células inmunitarias sólo están disponibles de forma limitada para combatir las bacterias. Aproximadamente el 70 por ciento de los pacientes con enfermedades periodontales son fumadores.

Además, los pacientes que padecen una enfermedad metabólica como diabetes mellitus o artritis reumatoide tienen un mayor riesgo.

Cuida tu salud bucal y, ante el menor síntoma, acude siempre a tu dentista de confianza.

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